COMO UNIR DOS TROZOS DE ÁMBAR

1) Se untan con aceite de linaza cocido las partes que se trata de unir, y se tienen sobre fuego de carbón o mechero de gas hasta que empiecen a estar pegajosas, manteniendo el resto del objeto envuelto en papel. Se aprietan entonces una contra otra las dos partes ya calientes, que se tienen sujetas hasta que se enfríen. Unicamente se debe calentar la superficie que debe unirse y con mucho cuidado, para evitar que el objeto pierda su brillo.

2) Para unir dos piezas de ámbar amarillo se calientan ligeramente las dos superficies, se bañan con una solución de sosa cáustica y se unen.

Fuente: Libro Manual del joyero - Autor: Rosendo Montgrí Bricall

PULIMENTO DEL ÁMBAR

1) Se emplea primero la piedra de amolar con agua, y después se frota con tiza y agua; finalmente se le aplica aceite con un trozo de franela. Cuando el rozamiento calienta y electriza el ámbar, se deja que se enfríe, pués de seguir frotando se corre el riesgo de que salte en muchos pedazos.

2) Se lima el ámbar hasta dejar una superficie bien lisa; después se frota con una franela llena de trípoli y aceite, y por último con trípoli seco, aplicando con la palma de la mano.

Fuente: Libro Manual del joyero - Autor: Rosendo Montgrí Bricall

MODELADO DEL ÁMBAR

El ámbar se puede modelar calentándolo en cera o en aceite de colza o de linaza durante varias horas, con lo cual queda lo bastante plástico para admitir un buen modelado.

Fuente: Libro Manual del joyero - Autor: Rosendo Montgrí Bricall

COLORACIÓN DE LAS ÁGATAS

AGATAS ROJAS: Se preparan teniéndolas 15 días en ácido nitrico que contenga hierro, y después de un secado de dos semanas se pasan al horno.

COLORES AZULES: Se logran con un baño de percloruro de hierro, seguido de otro de ferrocianuro potásico.

COLOR VERDE: Resulta un color verde precioso empleando sales de níquel, y después un baño de sosa.

TONOS AMARILLOS: Se consiguen con ácido clorhídrico o bicromato potásico.

TONOS NEGROS: Se obtienen calentando el ágata, durante catorce días, en un lìquido que contenga miel y teniéndola después varios días en ácido sulfúrico hirviendo.

Fuente: Libro Manual del joyero - Autor: Rosendo Montgri i Bricall