Así como el nácar, el marfil se limpia bien sumergiéndolo en un baño de agua oxigenada, o bien sumergiendo los objetos de marfil durante 15 minutos en esencia de trementina y exponiéndolo después al sol durante 3 ó 4 días.
Para limpiar los objetos unidos, hay que lavarlos en agua caliente en la cual se han disuelto anteriormente 100 gramos de bicarbonato sódico por litro de agua.
Para limpiar el marfil esculpido, hágase una pasta con serrín de madera ligeramente húmedo á la cual se le añade el zumo de 1 ó 2 limones, según sea el objeto que se ha de limpiar. Se pone una capa de este serrín sobre el marfil, y cuando el serrín esté seco, cepíllese bien para quitarla, y se frota después con una gamuza.
Fuente: Libro Mil y un Secretos DE TALLERES - Autor: Marcel Bourdais
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